viernes, 16 de julio de 2010

Tuición compartida.

El eterno debate...

En este mundo que vivimos actualmente en que todo lo de ayer ya es absoleto, en el cual te enseñan a hablar, caminar, estudiar, trabajar, hacer deportes, cocinar, tocar instrumentos, pilotear un avión, dirigir una empresa, navegar, etc..., y que lo único y más relevante que nos deberían enseñar es a Ser Padres y que hasta ahora nadie a dado con la receta mágica que nos diga lo que se debe o no hacer, cuando nos embarcamos en esa aventura tan desconocida, pero tan emocionante y engrandecedora, como es: Ser Padre o Madre.
A partir de ese momento, es también cuando nace la posibilidad de enfrentarnos al dilema de qué hacer, en caso de separación, con la crianza, deberes y derechos sobre los hijos.
El cuestionamiento de quien tiene más o menos derecho de quedarse con la tuición de los hijos, o hasta qué nivel compartirla, es y será un debate que siempre conllevará a discusiones interminables. Sin duda, si reflexionamos desde el comienzo de este "problema" tendríamos que analizar varios aspectos que en el camino se olvidan; por ejemplo edad de los menores involucrados, situación familiar y financiera, motivación y deceos tanto de una como de otra parte de tener este privilegio, etc.
Para todos, es bien sabido que este proceso es un desgaste emocional muy fuerte, pensemos entonces cómo será para los niños que sin quererlo quedan en medio de esta "lucha" de poderes. Sí de poderes, porque creemos que tenemos el poder de decidir sobre los sentimientos de otras personas, sentimientos que también olvidamos al iniciar esta batalla; y que no digo que tal vez no sea necesaria, sino que cuestiono la forma de hacerla.
Siempre hemos creído, que la mujer , por el hecho tan maravilloso de procrear, tiene todo el derecho sobre los hijos; pero yo pregunto, cuando ocurre ese extraordinaria bendición de engendrar una nueva vida, la mujer esta sola en ese proceso? a caso no participa un hombre en aquel acto de amor y entrega?...
Si la concepción se inicia con la participación de dos, hombre y mujer, `no sería lo más sano, lógico y favorable para la vida de los hijos, que siga siendo así?; porqué debemos quitarles la posibilidad de que sigan disfrutando de ambos padres; obviamente será en circunstancias diferentes, por la separación, pero que independientemete de ello, el bienestar y desarrollo de los hijos deberían ser la razón primordial para la toma de decisiones concerniente a la tuición y desde ese punto en adelante, otras más que serán necesarias en el transcurso de la vida de los hijos, y que marcará la personalidad, confianza y estabilidad emocional de ellos. No debemos olvidar, que quienes se separan son los esposos, los padres lo serán siempre de esas personitas que se trajeron a este mundo. Es por eso, que es tan polémica la toma de decisión de la tuición compartida, porque pienso que lamentablemente algunos hombres o mujeres toman como bandera de lucha a los hijos para dañar al otro, y poniendo sus propias fustracciones y desiluciones emocionales que afectaban al esposo ó esposa, y no actuando como padres y madres que es lo se necesita en ese momento, para aliviar el dolor de los hijos, al tener que pasar por una situación, tan desgastadora como es la separación.
Al igual que cuando somos responsables para decidir tener un hijo, deberíamos poder ser igual de responsables para dejar de lado disputas como hombre y mujer y volcarnos, única y exclusivamente en el bienestar del más vulnerable, el hijo (a).
Llegaremos a ser lo suficientemente evolucionados para entender y solucionar este eterno debate?


Nota:
Todo este cuestionamiento esta enmarcado dentro de la situación de dos adultos responsables y amantes de sus hijos. Cabe considerar, que al ser una situación distinta, ya sea por uno u otro de los padres; puede y debe variar la opción de la tuición compartida.

jueves, 17 de junio de 2010

La Mujer

Afortunada ó desafortunada? ...

Por el simple hecho de nacer mujer, la condición de nosotras debería ser afortunada, hemos sido creadas para amar, procrear, cuidar, consentir, unir, etc., sin embargo desde tiempos inmemoriables, en términos generales, hemos sido cuestionadas, irrespetadas, y teniendo que demostrar " no se qué " a la sociedad; y lamentablemente en esa vehemencia por cumplir con las espectativas y exigencias que día a día nos imponen se esta perdiendo la esencia, la delicadeza, la femeneidad... en resúmen nuestra identidad de género.

Quién dijo que debemos competir con los hombres a la par en todo?
Quién dijo que mientras más compitamos o nos parezcamos a ellos nos "ganaremos un lugar" en este mundo?
Quién dijo que seríamos felices olvidándonos de nosotras para "cumplir con nuestras obligaciones"?
Quién dijo que por ser mujer somos el sexo débil?
Quién dijo...

Acaso es necesario, entrar en un patrón de lo que se espera que seamos?... y si fuese así, en qué nos ayudaría, qué nos facilitaría, nos haría más felices?...

Indudablemente, a lo largo del tiempo nosotras hemos ganado terreno en muchos ámbitos, respeto y reconocimiento; pero la cuestión no es ésa... sino que, me pregunto ¿ Por qué tuvo y tiene que ser así? Siempre tendremos que estar demostrando que podemos lograr "algo", que somos capaces aunque no seamos hombres?

La mujer siempre ha podido, puede y podrá, realizar todo cuanto se proponga; somos completamente capaces intelectual, emocional y físicamente. La parte negativa de todo este cuestionamiento es sin duda, que por obligarnos a hacernos un espacio en la sociedad, estamos perdiendo nuestro horizonte y creemos que mientras más compitamos con los hombres seremos iguales a ellos...

No necesitamos ser como ellos, no necesitamos competir como si fuera una guerra de sexos, facultades o inteligencia. Nosotras no debemos olvidarnos que "somos diferentes", y por ése hecho estamos en este mundo, porque hombres y mujeres estan hechos para ser compañeros no enemigos, para unirse y dejar huella juntos, no menospreciarse y humillarse por que uno consigue más o menos que otro... Cuando entendamos que las diferencias entre hombres y mujeres es lo bello de humanidad, el hombre podrá disfrutar de su vida sin sentirse amenazados por nosotras... y nosotras volveremos a nuestra esencia de mujer con todas sus cualidades... y entonces SEREMOS FELICES...